viernes, 11 de julio de 2008

Fundación de la belleza

Están allí, pintadas en las paredes y en los techos de las cavernas.
Estas figuras, bisontes, alces, osos, caballos, águilas, mujeres, hombres, no tienen edad. Han nacido hace miles y miles de años, pero nacen de nuevo cada vez que alguien las mira.
¿Cómo pudieron ellos, nuestros remotos abuelos, pintar de tan delicada manera? ¿Cómo pudieron ellos, esos brutos que a mano limpia peleaban contra las bestias, crear figuras tan llenas de gracia? ¿Cómo pudieron ellos dibujar esas líneas volanderas que escapan de la roca y se van al aire? ¿Cómo pudieron ellos...?
¿O eran ellas?

Extraído de: "Espejos" Una historia casi universal, de Eduardo Galeano

2 comentarios:

bela dijo...

Yo creo que ni los miles de años pueden hacer que alguien que no siente el mas mínimo sentimiento ante la belleza pueda despertarlo. El arte, como la vida, los sentimientos, la sensibilidad es ( para mi entender) una cualidad que va en los genes aunque , a veces, se salte generaciones. Y neardental o cromagnon del que venimos nosotras seguro que era "un tío sensible", aunque matase a estacazos algún que otro bicho para comer. Ese gen desde luego no lo he heredado yo, ja, ja. Y creo que tu tampoco.
P.D. Tu gatito negro es idéntico a una gatita que tuve y que murió. Era buenísima. Besitos

Amanda dijo...

Es cierto, los genes nos hermanan con nuestros ancestros, y el de la sensibilidad es el que transmitió ese "tío" que pintaba las paredes de las cavernas.
Te saludo, Bela.