Foto de hoy en la Plaza de Mayo.Este 24 el abrazo a las Madres y las Abuelas es más fuerte, más hondo y más intenso. Porque cuando abrazamos no estamos nunca solos y porque recordamos lo que nunca tendría que haber sucedido.
Ni olvido ni perdón fue la consigna de estos treinta y cuatro años. Y el pedido, siempre el mismo, aunque todavía haya que gritarlo: justicia.
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