lunes, 30 de junio de 2008

A recuperar



Tardes de sol
en cualquier parte
menos en el patio de la escuela.
Aquel músculo dormido,
la neurona confiscada
en el sitio más oculto,
el proyecto abandonado
a la buena de dios
y del diablo.
Las palabras irreverentes,
nuevas, fundantes,
restauradoras, definitivas.
La respiración profunda,
digestiones, caminatas,
lecturas, desasosiegos,
la mirada inteligente,
y sin querer … un dolor.


Amanda Vistuer
30 de junio de 2008

2 comentarios:

Monte de eucaliptus dijo...

Me encanta.
Amanda: Charlame un rato, dale.
Asomate al fondo de tu casa.

Amanda dijo...

No se compara el fondo de mi casa con el monte de eucaliptus. Me puede la imagen y el perfume. Te agradezco que te guste mi humilde poema.