En “La interpretación de los sueños“, Freud expone -en relación al esquema del aparato psíquico- que "los primeros estímulos que a él llegaron fueron los correspondientes a las grandes necesidades físicas." Pero también explica que una vez que se atravesó la experiencia de satisfacción (en el caso del niño, por ejemplo, la paliación del hambre) la imagen asociada a dicha experiencia queda alojada como huella en la psique y cada vez que resurja la necesidad, surgirá también "un impulso psíquico que cargará de nuevo la imagen mnémica de dicha percepción". Tal impulso es lo que Freud califica como "deseo". El autor, asimismo, deja en claro que la concepción freudiana del "Wunsch" -término original en alemán- es irreductible al concepto de necesidad, incluso al de demanda, ya que alude indefectiblemente al deseo inconsciente, que siempre será sexual.
Del “Diccionario Freudiano” por José Luis Valls
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