martes, 20 de mayo de 2014

El pequeño traidor
Un filme sensible, que evita caer en el melodrama excesivo, una película dirigida con acierto por Lynn Roth que se sustenta en la buena química y la actuación de sus dos protagonistas: Ido Port , una revelación por su espontaneidad y Alfred Molina que como generalmente ocurre sabe hacer una buena creación del personaje que se le proponga por su amplio registro de aptitudes interpretativas.
Proffy es un niño abierto a la vida, sabe ser amigo de sus amigos, es un buen hijo, aunque un tanto inquieto, le gusta vivir la aventura y en sus andanzas, el sargento Dunlop lo rescata en un momento de toque de queda, ese será el principio para una amistad genuina presidida ante todo por la identificación emocional que ambos experimentarán.
Dunlop lo acepta como una especie de hijo adoptivo, y con él perfecciona su hebreo, al tiempo que ambos bucean en lecturas bíblicas o en juegos de ajedrez en el cuartel.

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